La técnica psicológica detección del pensamiento consiste en eliminar o reducir la frecuencia y duración de los pensamientos, imágenes o recuerdos desadaptativos y recurrentes, sin entrar a cuestionar su contenido. Se utiliza para escapar de los pensamientos intrusivos cuando éstos aparecen, ya que permite la interrupción del pensamiento no deseado. Interrumpir un pensamiento y no introducir otro alternativo (por ejemplo: dejar la mente en blanco) plantea muchas dificultades y facilita que vuelvan a aparecer los pensamientos intrusivos. Por este motivo se aconseja mejorar la técnica evocando imágenes o escenas que dificulten su reaparición.
Esta técnica fue descrita por Bain en los años veinte y adaptada por Wolpe en los cincuenta. Actualmente, se sigue utilizando en la práctica clínica (Dantin, 2005; Lozano, Rubio y Pérez, 1999). A pesar de sus limitaciones, es un complemento útil cuando el pensamiento es de carácter repetitivo, estereotipado, mecánico, con un formato rígido y que la persona experimenta como intrusivo.
Permite aumentar las expectativas de control y autoeficacia, reduce el grado de ansiedad y promueve habilidades metacongnitivas, reduciendo la influencia de las cogniciones intrusivas y facilita la proposición de pensamientos alternativos más adaptativos.
Para poner en marcha esta técnica se utiliza un estímulo externo como puede ser gritar ¡Basta!, hacer un ruido, dar una palmada, un chasquido, etc. Yo utilizo una frase que me enseño mi padre: «¡No!, ahora no». Es una frase lo suficientemente intensa como para cambiar el foco atencional y interrumpir el flujo de pensamiento.
Desde el enfoque cognitivo-conductual, entendemos que los pensamientos obsesivos se mantienen por neutralización y evitación. Por consiguiente, esta técnica se centra en eliminar la neutralización y la evitación (Salkovskis y Kirk, 1999). La parada de pensamiento no debe aprenderse en situaciones estresantes. En fases iniciales de practica conviene que no se intente parar los pensamientos negativos cotidianos hasta que no se haya adquirido la destreza en hacerlo practicando con pensamientos más simples. También se debe hacer una lista con pensamientos alternativos relajantes o que nos interesen especialmente. Por ejemplo, recordar un viaje placentero, un encuentro divertido con los amigos, lugares tranquilos.
Es necesario practicar esta técnica bastantes veces, ya que los pensamientos intrusivos irán disminuyendo a medida que la sensación de control vaya aumentando y, del mismo modo, los pensamientos intrusivos provocaran cada vez menos malestar y serán menos vívidos, hasta que dejen de preocuparnos. En ocasiones, puede ser difícil eliminar un pensamiento intrusivo intenso. En este caso, hay que evaluar las posibilidades de utilizar un pensamiento menos aversivo para la practica inicial.
McKay y sus colegas (1985) mencionaron una técnica parecida llamada “Aserción encubierta” y su principal característica es que en vez de detener el pensamiento busca sustituirlo por autoinstrucciones previamente establecidas. Consiste en tener pensamientos alternativos que ayuden a reducir el malestar como decirse “preocuparse no cambia el problema”, “puedo controlarlo”, “esto terminarà pronto, no puede durar para siempre”, etc. Se trata de sustituir los pensamientos estresantes por otros más adaptativos.
La parada de pensamiento ayuda a las personas mientras se aprende a manejar otras técnicas mas efectivas como la reestructuración o la exposición. Por lo tanto es una estrategia usada de manera temporal, a no ser que los rituales o la situación donde aparecen los pensamientosintrusivos no permiten hacer exposición. Se desaconseja su utilización cuando se quiere desarticular el contenido del pensamiento.